Capitulo 51:
Pattie empezó a gritar pero no
entendía nada. Suspiré pesadamente, me levanté de la cama, subí el cierre de mi
vestido y enfrenté a Pattie como pude.
- ¡Callate! – grité. – Amo a Justin y esta es una
de las maneras de demostrárselo. – Le dije calmadamente en un ingles un
poco forzado ya que solo había tomado 2 años de cursado.
Ella no dijo nada. Solo le dijo
algo a Justin que no comprendí y se fue. Justin me miró a mí pero su expresión
era de... ¿enojo? Me tomó del brazo fuertemente y me empezó a gritar:
- ¿¡Como se te ocurre decirle eso a mi mamá?! ¿¡Estás loca?!
– Lo miré sorprendida y a la vez algo asustada. Su rostro demostraba furia. –
¡Contéstame! – me gritó.
- Justin, ¿qué te pasa? – le pregunté intentando que me
soltara pero él ejercía cada vez más fuerza sobre mi brazo lastimándome. –
¡Justin, soltame!
- ¡No, ¿vos sos estúpida?! ¿¡Como pudiste decirle que
tenemos sexo?! – me siguió gritando.
- ¡Dijiste que no te importaba que se enteraran! – mis ojos
se humedecieron y mi voz se quebró. – ¡Justin, soltame, me haces mal! – le dije
sacudiendo mi brazo pero él no me soltaba.
Comencé a moverme desesperadamente
y a dar manotazos al brazo de Justin para intentar soltarme pero nada ocurría,
nada mejoraba. Justin me gritaba y me lastimaba. Yo solo dije lo primero que se
me ocurrió en el momento, la verdad. Mis padres sabían la verdad y no hicieron
nada, ¿por qué Pattie no podía hacer lo mismo?
En un momento de desesperación
porque Justin me soltara y dejara de gritarme, le pegue una cachetada pero
enseguida pasó algo que jamás pensé que pasaría...
Sentí la mano de Justin impactar
contra mi mejilla. Mi cara se fue hacia un costado por la fuerza con la que
había impactado y lagrimas comenzaron a caer de mis ojos por el dolor que me
provocó. Justin me soltó y me miró asombrado. También miraba su mano como si no
podría creer lo que sucedió.
- Te odio – le dije con un nudo en la garganta. Salí
corriendo de ahí pero no podía ir muy rápido por los tacos que tenía.
- ¡Jessi, vuelve! – me gritó Justin pero yo seguí. Pase por
enfrente de Pattie y Jeremy, quienes me miraron sorprendidos.
Al llegar a la puerta, me choqué
con Alfredo. Él me sostuvo entre sus brazos pero yo forcejeé para soltarme. Una
vez que lo logré, salí de la casa pero me tropecé con la escalera de la entrada
ya que estaba lloviendo y me resbalé. Caí al piso de barro y me ensucié
bastante pero no podía detenerme. Me quité los zapatos para hacer mas rápido
pero antes de que pudiera levantarme, Justin me tomó de la mano.
- ¡Dejame ir! – le grité. – ¡Te odio! – le dije con bronca y
miedo. Miedo de que me pegue otra vez.
- Jessi, perdón, yo no quise...
- ¡Dejame irme a mi casa! – lo interrumpí.
- Por lo menos, dejame llevarte... – me suplicó. Me mostró
las llaves del auto y apuntó hacia él.
Asentí ya que no me quedaba de
otra. Él intentó abrazarme pero yo me alejé de él. Le negué con la cabeza y me dirigí
al auto. Camine lentamente, me subí en el asiento de atrás y esperé a Justin.
Él soltó un suspiro y se subió a
manejar. Arrancó. Todo fue silencio por bastante tiempo. Yo miraba por la
ventana la lluvia caer, al igual que caían mis lagrimas de mis ojos.
- Jessi, perdóname – me dijo Justin.
- No – rápido y cortante fue mi respuesta, sin pensármelo
dos veces.
- Amor, fue un error... – frenó el auto a un costado de la
ruta por la que íbamos hacia Rosario. – Perdóname, - dijo dándose la vuelta
para mirarme. – te amo.
- Tu error me dolió mucho – le susurré sin mirarlo. – No
creí que fueras capaz de levantarme la mano... – mi voz se quebró. – Como lo
hacían ellos... – susurré para mi misma recordando como todas las veces que
sentí golpes en mi cuerpo cuando era niña. Lagrimas cayeron de mis ojos con mas
fuerza y comencé a sollozar al acordarme de todo lo que viví en mi niñez.
(Relata Justin)
No se como pude hacerlo,
simplemente fue un reflejo involuntario. La verdad es que nunca pensé en
pegarle, solo levanté mi mano para alejarla de mí pero mi fuerza me ganó y para
cuando me di cuenta mi mano ya estaba contra su mejilla.
- Jessi, en serio, perdóname – le volví a suplicar. –
Prometo no volver a hacerlo, fue un error y no lo volveré a cometer.
- No te creo – me dijo susurrando. - Ya bastante tiempo
estuve con personas que me pegaban. - ¿Qué? Ya varias veces escuché esos
comentarios pero no los entiendo. ¿Qué le habrá ocurrido?
- Amor, yo solo quiero amarte... No se que fue lo que te
pasó con esas personas que dices y no te voy a obligar a contarme si no quieres
pero lo mío fue un error. Jamás quise lastimarte, simplemente estaba enojado y
no controlé mi cuerpo. – Me pasé al asiento de atrás pero ella se alejó de mí.
- No, aléjate, no me toques... – me dijo con la voz
quebrada.
- Jessi, escúchame – tomé sus manos temblorosas y ella se
relajó un poco. – Te amo – ella me miró a los ojos. – Cometí un grave error y
no quiero que eso haga terminar nuestra relación. Estábamos yendo bien, sin
problemas y no quiero que todo se acabe tan fácilmente.
Ella me abrazó y ocultó su rostro
en mi cuello. Sentí unas pequeñas gotas caer en mi hombro y luego oí un pequeño
sollozo. La separé de mí y limpié sus lágrimas besando sus mellizas. Ella me
sonrió, tomó mi cara entre sus manos y me besó en los labios. Este beso era con
algo de miedo pero a la vez con amor y confianza.
Nos separamos y ambos pasamos a
la parte de adelante del auto. Volví a manejar por un tiempo agarrado de la
mano de mi hermosa novia. Pero se complicó el camino. La lluvia se hizo más
fuerte, ya casi no podía ver la carretera. Antes de tener un accidente preferí
detenerme a un costado de la ruta, otra vez, pero esta vez me quedaría hasta
que frenara la lluvia.
- Jessi, avisa a tus papás que no llegarás esta noche – le
dije. Ella agarró su celular y envió un mensaje a su mamá. A los pocos minutos,
recibió una respuesta que la hizo reír un poco. - ¿Qué pasa? – le pregunté
curioso.
- Mi mamá me pregunta si me tomé las pastillas
anticonceptivas antes de venir...
- ¿Y lo hiciste? – le pregunté yo acercándome a ella con
muchas ganas de terminar lo que empezamos en la casa.
- Si, si lo hice – me contestó subiéndose arriba mío.
Ella comenzó a besarme el cuello
mientras desabrochaba los botones de la camisa. Sentir sus suaves labios sobre
mi piel hacia que me estremeciera. Sus manos acariciaban mi pecho a medida que
bajaba por el camino de los botones hasta que me la quitó y se me quedó mirando
por unos minutos.
- Sos hermoso – me dijo acariciando mi pecho con confianza.
- Vos sos perfecta – le contesté besándola apasionadamente.
Y a partir de ese momento ninguno
de los dos controló lo que hacía. Ella se sentó a horcajadas arriba mío. Yo
levanté su vestido hasta poder ver su ropa interior inferior y comencé a
acariciar sus piernas, cola y espalda. Le bajé el cierre del vestido y le
terminé de quitar la prenda, dejando a mi vista su cuerpo que tan solo le
quedaba una prenda de ropa para que esté completamente desnuda entre mí.
Nos seguíamos besando mientras
ella buscaba a ciegas el cierre de mi pantalón. Una vez que lo encontró, sin
esperar un segundo, lo bajó y lentamente rozó mi gran paquete, lo que hizo que
de mi boca saliera un gemido de satisfacción en medio de nuestro beso. Ella
sonrió contra mis labios y se separó.
- Vayamos a la parte de atrás – me susurró al oído haciendo
que todo mi cuerpo se estremeciera.
Ella pasó a la parte de atrás
moviendo su cola tentadoramente hacia mí. Sonreí baboso por ese acto suyo y
enseguida la seguí. Una vez los dos en el asiento de atrás, simplemente la
recosté en él y volvieron los besos.
Me bajó los pantalones y comenzó
a rozar su feminidad contra mí. De mi boca comenzaron a salir gemidos, ella
simplemente sonreía y continuaba con sus movimientos.
- Jessi, creo que deberíamos detenernos – le dije muy
excitado pero todavía capaz de controlarme. – No tengo preservativos y no
quiero que...
- Shh – me calló ella. – Dije que tomo pastillas, así que
todo está bien...
Luego de esa mínima conversación,
nos quitamos nuestras últimas prendas y nos unimos en una sola persona. Era la
primera vez que lo hacíamos piel contra piel, sin barreras, sin nada que nos
separara.
En el auto solo se oigan gemidos y
el grito de los nombres de cada uno. Nuestros cuerpos sudados daban lo mejor
que tenían lo que provocaba placer, mucho placer de parte de ambos.
Abrí mis ojos y lo primero que vi
fue el cuerpo de Jessi sobre mí. Sonreí y besé su cabello despeinado recordando
todo lo que hicimos. Todas las veces que lo hicimos, todas las posiciones que
probamos, todos los orgasmos que tuvimos...
- Te amo – susurró contra mi pecho. – No puedo creer todo lo
que ocurrió anoche, fue lo mejor de mi vida.
- En un futuro, habrá muchos momentos más como este si me lo
permites – le contesté para luego besar sus labios.
Nos sentamos, nos pusimos la ropa
y pasamos a la parte de adelante. Ya era de día pero debían ser como las 6 – 7
de la mañana, demasiado temprano para que la lleve a su casa así que, como ya
había parado la lluvia, manejé hasta mi casa en Rosario donde nos quedaríamos
por unas horas hasta que sea un poco mas cerca del mediodía.
Durante el camino lo único que
hicimos fue tomarnos de las manos y escuchar la radio. El problema era que
todas las estaciones de acá pasaban reggaeton y a mí no me gustaba. Jessi se
sabía todas las canciones y las cantaba. Recién cuando ella decía las palabras
entendía lo que decían y bueno, digamos que no nos canciones que dejen lindas
enseñanzas.
- “Le fascina que en
la cama la machuque con el bate”; “Que no le quite la ropa que mejor se la
desgarre”; “Que en saliva la embarre y
que a la cama la amarre”; “Ella quiere
que la castigue”; “Quiere que le meta duro,
duro” – dije
parte de la letra de una canción que acababa de cantar. - ¿En serio? ¿Por qué
tienen que ser tan directos? – pregunté con algo de asco hacia la canción.
- Acá es normal y a mí me gustan ese tipo de canciones... –
me contestó y siguió cantando.
Todas las letras eran exactamente
igual pero si a ella le gustan no puedo criticarla.
Pasó un tiempo largo hasta que
llegamos a mi casa. Al bajarnos vimos salir de su casa a Jere. Ella corrió
hacia él y saltó en su espalda. Él tomó sus piernas para que no se cayera y
empezó a dar vueltas. Ambos reían haciendo dar celos pero tengo que entender
que ellos son simples amigos.
- Hola Jessi, ¿qué haces a esta hora con tu novio? – le
preguntó. – Me parece que anoche hubo acción, ¿verdad? – dijo con una mirada
acosadora hacia mí.
- Obviamente, mi Jeremías querido – le contestó Jessi
bajándose y abrazándose a mi cuerpo. - ¿Qué haces vos tan temprano? – le preguntó.
- Voy a correr, ¿quieren venir conmigo? – nos ofreció pero
ambos miramos nuestra ropa. Era imposible correr con traje o vestido.
- Digamos que no estamos preparados... – le respondí
sonriendo.
- Además ya hicimos mucho ejercicio anoche – dijo Jessi.
Jeremías nos miró acusadoramente y, no se por qué, me sonrojé.
Nos despedimos de él y entramos a
mi casa. Nos dirigimos a mi cuarto y ambos nos tiramos a la cama cansados. Jessi
cerró los ojos y se durmió enseguida. Yo me la quedé viendo. Su respiración era
pausada, su pecho subía y bajaba lentamente y su rostro mantenía una sonrisa
entre sueños.
Luego de un tiempo yo también me
dormí y la acompañé en la tierra de los sueños.
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Nuevo capitulo! :D Espero que les guste... ¿Por qué no comentan? Eso me pone feliz y me motiva a seguir escribiendo!
El proximo capitulo lo tendré para el fin de semana, creo xD
Besoss a todas!
Loca Belieber ♥
Hola mi loca..!!
ResponderEliminarja tanto tiempo que no comentaba por dios mil disculpas ...
como dicen en España JODER TIA TU NOVELA ESTA GENIAL..!! me muero muerta boluda en serió cada capítulo está genial ...
cuando leí lo de patti qued asi O.O Jaja
espero que la sigas pronto ...
un beso grande :D
ah casi me olvidó, tengo 2 noves nuevas, una en cada blog espero que te pases ...
ahora sí me voy :D besos cuidate bye tkm
Olaa:) sooi nuevaa lestoraa hahaha cuandoo subiraas el suguientee ?:)
ResponderEliminarTuu novelaa es hskahendogbejdotbwiapfnrhakapebqwwbcoe*-*
Mee encantoo enserioo:)